miércoles, 27 de enero de 2010

Capítulo 2 Sweezy

CAPÍTULO II. EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO

Introducción

La producción de mercancías es la forma universal e inevitable de la vida económica. La ciencia económica es la ciencia de la producción de mercancías. Desde este punto de vista, los problemas de la economía política tienen un carácter exclusivamente cuantitativo (Adam Smith). Pero según Marx, la producción de mercancías no es la forma universal e inevitable de la vida económica, es más bien una de las formas posibles de la vida económica. El economista no puede ya confinar su atención a las relaciones cuantitativas que nacen de la producción de mercancías; debe dirigir también su atención al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma mercancía. Las tareas de la economía política no son sólo cuantitativas, sino también cualitativas.

Valor de uso

Marx escribió que toda mercancía tiene un doble aspecto, el de valor de uso y el de valor de cambio. El valor de uso expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido. El valor de uso es un pre-requisito del consumo.

Valor de cambio

Poseyendo valor de cambio las unas en relación con las otras, las mercancías exhiben su característica única. Es sólo en calidad de mercancías como los productos tienen valor de cambio. El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa entre cosas.
La clave de la teoría del valor de Marx: la relación cuantitativa entre cosas, valor de cambio, es una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías, entre los productores mismos. El concepto valor de cambio se aplica “sólo cuando las mercancías están presentes en plural”, ya que expresa una relación entre mercancías. Una mercancía es, para Marx, un simple “valor”. Como valor de uso, una mercancía es un rasgo universal de la existencia humana, presente en cada una y en todas las formas de sociedad.

Trabajo y valor

El trabajo también tiene dos aspectos, uno correspondiente al valor de uso y el otro al valor de la mercancía que produce. A la mercancía como valor de uso corresponde el trabajo como trabajo útil.

Trabajo y abstracto

Según Marx, trabajo abstracto es el equivalente de “trabajo en general”; es lo común a toda actividad humana productiva. La reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver claramente que el trabajo puede adoptar en un momento dado cualquiera, una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, y de cuya magnitud y desarrollo depende en última instancia la capacidad productora de riqueza de la sociedad.

La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor

(El trabajo abstracto es la sustancia del valor.)
Tanto la significación básica como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo son determinadas por el análisis cualitativo.
El hecho de que una mercancía sea un valor significa que es trabajo abstracto materializado, que ha absorbido una parte del total de la actividad productora de riqueza de la sociedad. Si pensamos que el trabajo abstracto es susceptible de medida en términos de unidades de tiempo, la significación del valor como categoría cuantitativa diferente del valor se hace visible.
La tarea central de la teoría del valor cuantitativo surge de esta definición del valor como magnitud.

El carácter fetichista de las mercancías

En la producción de mercancías, la relación básica entre los hombres “adopta, a sus ojos, la fantástica forma de una relación entre las cosas”. Esta materialización de las relaciones sociales es el corazón y la médula de la doctrina del Fetichismo, de Marx.
En realidad, sólo cuando la producción de mercancías adquiere un desarrollo tan alto y una difusión tan grande como para dominar la vida de la sociedad, el fenómeno de la materialización de las relaciones sociales adquiere importancia decisiva. Esto ocurre en las condiciones de un capitalismo relativamente avanzado.
Este es, en verdad, un estado de la sociedad en que el proceso de la producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser controlado por él, y en que el carácter real de las relaciones entre los productores mismos es deformado y oscurecido.
La aplicación de las ideas y los métodos de la ciencia natural a la sociedad es uno de los rasgos más notables del periodo capitalista. Si bien el desarrollo de las ciencias naturales mismas fue ciertamente, en parte, la causa de ello, sin embargo, las profundas raíces del fenómeno hay que buscarlas en un cambio de actitud hacia la sociedad, que fue el reflejo del florecimiento de la producción de mercancías.
La materialización de las relaciones sociales ha ejercido una profunda influencia en el pensamiento económico tradicional:
1) Las dos categorías de la economía capitalista: valor, renta, ganancia, interés, etc. han sido consideradas como si fueran las inevitables categorías de la vida económica en general.
2) La atribución de poder independiente a las cosas: es más clara en la división tradicional de los “factores de producción” en tierra, trabajo y capital, de cada uno de los cuales se piensa que “produce” un ingreso a sus propietarios.
Es evidente que la forma de producción de mercancías constituye el velo más eficaz posible para ocultar el verdadero carácter de clase de la sociedad capitalista.
Esta es la apariencia. Quienes consideran las formas capitalistas como naturales y eternas admiten la apariencia como verdadera representación de las relaciones sociales.
El desarrollo de la producción de mercancías bajo las condiciones del capitalismo exhibe una intensa racionalización por una parte y, por otra, una creciente irracionalidad del funcionamiento del sistema como un todo.
La teoría del valor cualitativo con su corolario en la doctrina del Fetichismo de la Mercancía, es el primer paso esencial en el análisis marxista del capitalismo.

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