miércoles, 27 de enero de 2010

Capítulo 3 Sweezy

CAPÍTULO III. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO

El primer paso

En toda sociedad, desde la más primitiva hasta la más avanzada, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad. Lo que cambia en el curso de la historia es el modo de organizar y llevar a cabo estas actividades de producción y distribución.
El valor de cambio es así un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva en una sociedad productora de mercancías. Descubrir la naturaleza de estas leyes en términos cuantitativos es la tarea de la teoría del valor cuantitativo, y es en este sentido como la teoría del valor ha constituido el punto de partida tradicional de la moderna economía política y no su objetivo último.
Como primera aproximación, Marx supone que existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. Esta es la fórmula más simple y un buen punto de partida.
Según Marx (y de acuerdo también con Sweezy) “las diferentes proporciones en que diferentes clases se reducen a trabajo no calificado como su norma, son establecidas por un proceso que tiene lugar a espaldas de los productores y, en consecuencia, parecen ser fijadas por la costumbre”.

El papel de la demanda

El problema del valor cuantitativo es más amplio que la mera cuestión de las proporciones del cambio e incluye un estudio de la asignación cuantitativa de la fuerza de trabajo de la sociedad a las diferentes esferas de la producción en una sociedad de productores de mercancías. Cuando se concibe el problema de una forma tan amplia, no se puede prescindir ya de las demandas del consumidor. Si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo, es necesario contar con dos clases de información: la información sobre el coste relativo en trabajo y la información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y otro. Dadas estas dos clases de información, es posible determinar lo que puede llamarse el equilibrio económico general de la sociedad. Es un “equilibrio porque define el estado de cosas que, si no ocurre ningún cambio en las condiciones básicas, persistirá; y es “general” porque no sólo se establece el valor relativo, sino que también se establecen las cantidades producidas y la distribución de la fuerza de trabajo de la sociedad.
Cuando se piensa en las tareas de la teoría del valor cuantitativo en este sentido amplio, no se puede prescindir de la pauta de las necesidades del consumidor.

“Ley del valor” vs. “Principio de planeación”

Lo que Marx llamaba “la ley del valor” resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías, que regula, a) las proporciones del cambio de mercancías, b) la cantidad producida de cada una, y c) la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.
La condición básica para la existencia de una ley del valor es una sociedad de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos.
Una de las principales funciones de la ley del valor es la de aclarar que en una sociedad productora de mercancías existe el orden.
En la medida en que la asignación de la actividad productiva es sometida a un control consciente, la ley del valor pierde su pertinencia y su importancia; el principio de la planeación la sustituye. En la economía política de una sociedad socialista la teoría de la planeación debiera ocupar la misma posición básica que la teoría del valor en la economía política de una sociedad capitalista. El valor y la planeación son tan opuestos entre sí como el capitalismo y el socialismo, y por las mismas razones.

El valor y el precio de producción

El precio, dice Marx, es tan sólo la expresión monetaria del valor.
Los precios de producción son modificaciones de los valores. Se derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales; las desviaciones no son arbitrarias ni carecen de explicación.
No sólo la teoría del precio de producción no contradice la teoría del valor, sino que se basa directamente en ella y no tendría ningún sentido a no ser como parte del desarrollo de la teoría del valor.

Precio de monopolio

La introducción de elementos de monopolio en la economía dificulta el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio. El control de la oferta por el monopolista le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. La demanda, en este caso, adquiere una significación especial, y tanto el precio como la cantidad producida son diferentes de lo que serían en un régimen de competencia. Las discrepancias entre el precio del monopolio y el valor no están sometidas a ningunas reglas generales.
Las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio; las relaciones del valor cualitativo, no.

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